La Real Academia de la Lengua Española define la palabra "tabú" del siguiente modo:
"(Del polinesio tabú, lo prohibido).
"(Del polinesio tabú, lo prohibido).
A eso le coronamos el tema que abre esta entrada y también un estilo a marcar en algunas próximas.
Antes que nada, entonces, esta entrada es audiovisual, es decir pueden leer mientras escuchan o mejor aún leer primero y mezclarlo con lo que escuchan de esta canción luego.
Partimos de esta definición entonces para meternos dentro de un tema que todos nos incumbe sin excepción.
Tabúes son todas aquéllas personas o instituciones (!!) que merecen escozor moral... O sea que pican y terminan siendo filtradas. Algo a lo que solemos llamar "desubicado".
Mientras suenan esos tambores, el paisaje sonoro que me trae la canción es la de la selva y todo ese simbolismo que incluye lo salvaje: el desenfreno, la pasión, la animalidad.
Pero de donde sale esto es de la permeabilidad de las conciencias. Facebook es un espejo muy realista (Dios me salve por decir esto) acerca del grado de interiorización que tenemos de algunos tabúes y como nos cuesta sacarnos las lacras de pensamiento de siglos y siglos de condena.
No hay tabú más central que el sexo. Freud ya lo describía es un opúsculo chiquito que se llamaba "Tótem y Tabú", donde más o menos decía que en las culturas polinesias o del noroeste de Estados Unidos, la pulsión aflictiva del sexo encontraba canalización a través de la configuración de tótems (esas enormes columnas zoomórficas, es decir con formitas de animalitos. Si, yo y mi lenguaje técnico) o de algunas comidas y esculturas de los polinesios que estaba prohibido comer o tocar. Lo cierto es que eran el centro de rituales donde el coito resultaba clave, fuera de eso, a otra cosa mariposa. En la cultura occidental el concepto es algo más elaborado y lo podríamos asimilar al mito de la "Caja de Pandora".
Lo cierto es que sobre aquéllo prohibido hay atracción, hay miedo, y lo peor de todo, prejuicio. Prejuicio que termina naturalizado, aprendido y transmitido de generación en generación, que se "desmiente" como mito, pero que a la hora del "meta y ponga" termina mostrando la hilacha. Es decir, más de uno maneja un prejuicio en cuanto al sexo, desde el goce por tenerla grande o chiquita, hasta el hecho de portar más o menos pelo sobre el cuerpo o algún fetichito con cierta porción de la anatomía.
¿Está eso mal? NO, para Ud. si, pero capaz que para un amigo/a, novio/a, hijo/a no lo es. Entonces no quiera que su tabú se apodere de otro y más bien ofrézcale su límite.
¿Está eso mal? NO, para Ud. si, pero capaz que para un amigo/a, novio/a, hijo/a no lo es. Entonces no quiera que su tabú se apodere de otro y más bien ofrézcale su límite.
Eso si, yo me cuido.
;)
P.d.: Muchas gracias a mi amiga Sofi cuya charla contribuyó a la inspiración de la entrada.
;)
P.d.: Muchas gracias a mi amiga Sofi cuya charla contribuyó a la inspiración de la entrada.
Genial! Un tema para abordarlo desde innumerables perspectivas (siempre recurriendo a Freud primero, qué raro yo!) Pero es así, hasta cuándo, o mejor dicho hasta dónde vamos a permitir que la cultura nos imponga un parámetro? Qué es lo normal? Qué es lo patológico? Qué se prohíbe? Qué no? Otro tema disparador...
ResponderBorrarSofi!!! Jaja de nada che... Bueno otro comentario es un progreso =). Como dice la letra de una canción: "Tarda en llegar, y al final, al final hay recompensa".
BorrarSi es tema disparador, así como todos los post que hago invitando a la reflexión desde cualquier ramo de la vida que tengamos para regalar. Beso!
Totalmente! Que se arme debate ya!! jajaj
ResponderBorrar