El título es elocuente... Canción estandarte de una década tremenda.
Como tipo que inexorablemente se acerca a sus tres décadas de vida, no puedo ignorar el peso que tuvo el decenio 1990-1999 (o 1991-2000 para los matemáticos empedernidos) en pensamiento, cosmovisión, práctica social e instrumentación tecnológica, o para decirlo en criollo como yo hago para vivir en un mundo tan hijo de p... como este.
Es obvio que con los años uno tiende a ver con ojos más críticos su pasado a medida que conoce en profundidad la situación económica y política que le tocaba a la Argentina en esos tiempos. Pero la tonada general para un pibe como lo era yo en esa etapa es de pura alegría y disfrute. Hijo de una familia constituída a medias me tocaba la suerte/desgracia de ser el primogénito y durante la mayor parte de mi infancia el mimado de mi abuelo y madre.
Pero lo primero que me viene a la mente con los '90 es su música. Punto común con tanta gente de mi edad y más grandes también es la nostalgia por aquéllos sonidos. Toda la música era comercial, pero no se puede negar que la variedad que existía tanto en español como internacional era mucha. LA RADIO ese aparato que me embobaba en el auto yendo a la escuela, o en los viajes a Jujuy a ver a mis parientes casi todos los fines de semana era una fija. Cosa rara es que mi padre, tan versado en música folklórica o en tango, no trasvasara tal conocimiento sino en muy pocas cuotas.
Mi oído se formó con Oasis, Nirvana, Los Pericos, La Zimbabwe, Los Enanitos Verdes y Calamaro en sus dos vertientes tanto en Los Rodríguez como en su vuelta solista a finales de los '90. Pero también cabían las influencias: mi tía Dolly, fana de Los Kjarkas, me enseñó el amor por la música del lugar donde nací, capaz mi vertiente más folklórica. Mi vieja con sus cassettes (Si loco, cassettes, sobre todo los TDK grabados que se vendían como panchos) de Roxette, Eric Clapton, Elton John y románticos ochenteros. Mi "primo" Eze que siendo un adolescente por aquéllas épocas se reventaba con la música bailable de Jazzy Mel, Machito Ponce, The Sacados, Sandy & Papo, Proyecto Uno, Vilma Palma, entre tantos otros. Recuerdo el ícono que representaba "Fido Dido", el personaje que ponía la gaseosa Seven-Up, y que incluso llegó a tener una cancha homónima de paddle (el deporte "cool" de la época), en un lugar tan lejano como la Salta noventosa al frente de la Universidad Católica.
Y por otro lado, la moda. Las vacaciones de verano significaban para la radio mandar Eurodance a troche y moche todo el tiempo. Ace of Base, Dr. Alban, DJ Bobo, Two Brothers on the Dance Floor, por mencionar los más importantes, cuando era un género que se caracterizaba por los "singles", donde salían intérpretes a los que la fama les duraba un tema. Ah!!! y a no olvidar la casa de Mary una amiga de mi vieja que tenía una hermana adolescente, Romina, que si a algo le daba era a la cumbia; pero la cumbia bailable y romántica como la de Los Palmeras, Antonio Ríos, Gilda y a los grupetes famosos de la época que salían disfrazados, Commanche, Los Malakate, Los Pantera, Volcán, etc.
En fin, un mix variadito como de pollo con berenjenas y ananá confitados (?) JAJAJA. No me quejo, esa herencia si algo permitió es que mi oído se acostumbre a varios géneros, y me haga disfrutar mucho la variedad de esa cosa tan linda como lo es la música.
Peace
No hay comentarios.:
Publicar un comentario