El título de la entrada hace referencia a un enigma que me capturó muchos instantes de pensamiento. De hecho lectores sepan que los seres humanos pensamos a tal punto que podemos construir naves espaciales, contener ríos en represas, adquirir energía desde la luz solar, entre tantas otras cosas. Obviamente estos pensamientos materializados después, venían de mentes más equipadas fuera de la normalidad de ver el "Bailando" de Tinelli, pensar con quien cojo próximamente o como hago para zafar del laburo de mierda que tengo.
El enigma en sí trataba acerca del uso de la palabra "bizarro" en el contexto del español que se habla en Argentina. Descubrí la palabra en conversaciones de mi adolescencia y la mejor manera de descifrar significados es yendo al "mataburros", nuestro mal querido amigo, el diccionario que se expresa más o menos así:
bizarro, rra.
Me explotaba el mate porque no tenía nada que ver con el significado que el contexto hablante le daba. A todas luces, "bizarro" en nuestro lenguaje común hacía referencia a algo o alguien raro, único en su tipo, estrafalario o estrambótico... una bizarreada. Es más tan unívoca es la expresión que era imposible hacer referencia a un fenómeno de tal tipo sin decirla, es decir mis queridos lectores, algo tan raro que si no se usa "bizarro" es imposible explicar lo que vimos o sucedió.
Ahora bien hace unos cuantos días estuve viendo algunas pelis y charlando con un amigo sobre cine y me vino a la mente el film "Donnie Darko". Y de repente la asociación al inglés "bizarre". La palabra en inglés (y en francés también) hace claramente referencia a esas cosas estrafalarias y raras que se asociaban a los circos ambulantes; los llamados "freak shows" famosos a finales del s. XIX en los Estados Unidos como una suerte de exposición itinerante de las aberraciones genéticas y congénitas del ser humano (obviamente algo bastante snob y exitoso en la época porque iba de la mano con las teorías sociales y genéticas de moda); la mujer barbuda, el hombre rana, el hombre elefante, el enano, etc.
Bueno, todo bien, encontramos el enlace, pero ahora ¿Cómo llegó eso al español argentino contemporáneo? Y para mi la respuesta merece un estudio lingüístico que se lo dejo a la gente de Letras para cuando quiera. Aunque puedo aventurar que el desplazamiento pudo encontrar camino a través justamente del cine. El cine de los '50 que en algunas películas de clase Z (pelis donde no se gastan más de dos mangos) fueron catalogadas como "bizarre cinema" y que tuvo continuidad en algunos directores como Tim Burton o David Lynch en algunas ocasiones. Es más, si quieren experimentar algo del cine bizarro la película que mencioné anteriormente es claro ejemplo.
Ahora me quedo con "Confesiones de Invierno" de Sui Generis.
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