"La Verdad es hija del Tiempo"
Durante un tiempo esta fue la frase que estuvo inscrita en el escudo real inglés durante los primeros años del reinado de Isabel I de Inglaterra. Al poco tiempo la cambiaría por otra más consecuente con su carácter, como haciendo caso a la premisa que tenía este lema.
Pero esto no es una lección de heráldica ni tampoco de historia. Creo corroborado que no atrae mucho lo que escribo sobre ella, o al menos como yo lo hago.
A lo que vamos con este refrán es al presagio. A esa capacidad que tuve desde chico pero que mostró sus verdaderas facetas (a veces para bien y otras para mal) cuando pasé el tormento adolescente; la capacidad de predecir conductas.
Un amigo mío de tantos años me dice siempre: "La gente no cambia". A lo que yo respondía que la gente cambia pero a costa suya, casi siempre. Pero mientras tanto asombraría saber que previsibles somos, y que cómodos somos con la previsibilidad.
Muchos me han dicho que tengo una capacidad buena para generar sorpresas. Y creo que si bien un mago no revela sus secretos, no hay que ser un genio para darse cuenta que (entrada refranera va a ser esta eh!!) "el hábito hace al monje". Esta es una verdad que atraviesa al tiempo y lo parte en ocho. Por lo menos a la gente que he conocido siempre la devora la rutina, con algún tinte especial como aprender un idioma (algo útil al menos), tener hijos o practicar algún hobby. Lo demás es absolutamente predecible: manera de pensar, manera de reaccionar al humor, falta o abundancia de sarcasmo, hábitos alimenticios e incluso horarios.
Vale la pena aclarar que esto de por sí no es algo malo. Lo que si puede tornarse mal es cuando se encuentra naturalizado, lo damos por sentado, y nos enojamos y terminamos negando esa realidad aplicando el famoso: "No me conocés"... Al que suelo no responder porque para eso está la frase que corona esta entrada. Deberían sorprenderse de la cantidad de veces que mi querido amigo Cronos (el Dios del Tiempo en la mitología clásica griega) me invitó a un café y me dijo: "Mirá loco, aca tenés otra factura de tu predicción. Ah! y si no fueras tan sentimental, tendrías mi laburo. Cuidate". Y odio esos comprobantes, porque me embola ser la matrona de la bola de cristal sin la bola de cristal.
O sea la facultad para sorprender tiene una correspondencia que podríamos estandarizar por medio de una fórmula: tu capacidad de sorpresa es directamente proporcional a tu apego a la costumbre. Todo lo demás es sanata que elegimos vendernos para no quedar expuestos. En todo esto me incluyo, parte de mi capacidad para evitar reventar como pochoclo es más o menos mantener ciertos hábitos.
Así que gente sorpréndanse, cambien la rutina, vean el día cabeza abajo, duerman al revés, despéinense, hagan caso a los viejos y no se acuesten después de las 4 de la mañana.
;)
P.D.: Creo que el mes de junio vino con pozo de creatividad pero no hay que claudicar. Nos veremos!!
Creado por este "martial brother" de la intelectualidad, para el mundo y para expresar lo que en la vida normal no llega a ver la luz.
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lunes, 30 de junio de 2014
lunes, 16 de junio de 2014
Cuerdas y Gargantas
Podría ser "Cuerdas, Gargantas y Cables" como el tema de Sumo pero los cables no abundan.
Muchos menesteres terrenales han hecho que el blog no prolifere en publicaciones como hace unas semanas. Pero como este espacio se reedita para cuando se halla el hilo de la inspiración, tal vez lo que falta últimamente es justamente eso: l'inspiration.
Pero hablando de inspirarse, lo que me trae de nuevo aquí al arcón es otra faceta de mi vida. Una más señor/a/ita lector/a. Mi faceta de músico, esa de la que hablamos como admirador y objeto de culto, pero no como objeto de arte y sosiego.
Tenía 15 años cuando agarré la guitarra criolla de práctica que me acompaña aún, sobre todo en las noches, antes de acostarme. Hace pocos días pude comprarle la cuerda que le faltaba y después de casi un mes sin tocar, sentí como el alma me volvía a la sangre. Tengo una eléctrica pero como me llegó hace unos años aún me falta manejarla. Pero a mi vieja guitarra la he cuidado y la mantengo para mis momentos más íntimos, cuando le canto a mis penas, a mis alegrías, a mis mañanas, tardes y noches.
Es un regalo de mi abuela casi de casualidad, y aprendí a tocarla por mí mismo. Sin embargo, mi primer y único profesor es el personaje del que hablé hace días atrás, Miguel. Con él di los primeros y, diría yo, elementales pasos que aún practico. Después llegarían los años de práctica, las comparaciones con otros guitarristas y el momento cúlmine de formar una banda si bien duró muy poco.
Con ella surgió también la necesidad de cantar y las primeras lecciones de canto con mi abuela. De ahí la metodología fue la misma, tomar las bases, los elementos básicos y lanzarme a la exploración. En palabras de quienes me han oído, dicen que mi voz es muy dulce en comparación a quien soy yo. Si las críticas son positivas, bienvenidas sean; poco me importa si mi estilo es de rock o es romántico, lo importante es que cante, y ese canto no desentone.
Me inicié con los clásicos cuadernos de Arnoldo Pintos (para quiénes saben el tipo se merece un monumento) que enseñaba los primeros pasos e introducía al principiante en el folklore. Es más lo que conozco de folklore es gracias a este señor, porque una vez que pude tocar los acordes con cejilla me mudé a la música que me gustaba.
Hoy interpreto Bossa, alguito de jazz y folklore, rock nacional e internacional, algunas piecitas de flamenco y ritmos latinos. Y por más de que Miguel me diga que soy un buen compositor, debo tener una veintena de canciones de las casi 60 que alguna vez escribí... En gran parte porque soy demasiado exigente conmigo mismo y lucho para que lo que hago sea original. Nada de eso vió la luz, pero en algún momento lo hará.
Y ese día será grandioso.
Muchos menesteres terrenales han hecho que el blog no prolifere en publicaciones como hace unas semanas. Pero como este espacio se reedita para cuando se halla el hilo de la inspiración, tal vez lo que falta últimamente es justamente eso: l'inspiration.
Pero hablando de inspirarse, lo que me trae de nuevo aquí al arcón es otra faceta de mi vida. Una más señor/a/ita lector/a. Mi faceta de músico, esa de la que hablamos como admirador y objeto de culto, pero no como objeto de arte y sosiego.
Tenía 15 años cuando agarré la guitarra criolla de práctica que me acompaña aún, sobre todo en las noches, antes de acostarme. Hace pocos días pude comprarle la cuerda que le faltaba y después de casi un mes sin tocar, sentí como el alma me volvía a la sangre. Tengo una eléctrica pero como me llegó hace unos años aún me falta manejarla. Pero a mi vieja guitarra la he cuidado y la mantengo para mis momentos más íntimos, cuando le canto a mis penas, a mis alegrías, a mis mañanas, tardes y noches.
Es un regalo de mi abuela casi de casualidad, y aprendí a tocarla por mí mismo. Sin embargo, mi primer y único profesor es el personaje del que hablé hace días atrás, Miguel. Con él di los primeros y, diría yo, elementales pasos que aún practico. Después llegarían los años de práctica, las comparaciones con otros guitarristas y el momento cúlmine de formar una banda si bien duró muy poco.
Con ella surgió también la necesidad de cantar y las primeras lecciones de canto con mi abuela. De ahí la metodología fue la misma, tomar las bases, los elementos básicos y lanzarme a la exploración. En palabras de quienes me han oído, dicen que mi voz es muy dulce en comparación a quien soy yo. Si las críticas son positivas, bienvenidas sean; poco me importa si mi estilo es de rock o es romántico, lo importante es que cante, y ese canto no desentone.
Me inicié con los clásicos cuadernos de Arnoldo Pintos (para quiénes saben el tipo se merece un monumento) que enseñaba los primeros pasos e introducía al principiante en el folklore. Es más lo que conozco de folklore es gracias a este señor, porque una vez que pude tocar los acordes con cejilla me mudé a la música que me gustaba.
Hoy interpreto Bossa, alguito de jazz y folklore, rock nacional e internacional, algunas piecitas de flamenco y ritmos latinos. Y por más de que Miguel me diga que soy un buen compositor, debo tener una veintena de canciones de las casi 60 que alguna vez escribí... En gran parte porque soy demasiado exigente conmigo mismo y lucho para que lo que hago sea original. Nada de eso vió la luz, pero en algún momento lo hará.
Y ese día será grandioso.
martes, 10 de junio de 2014
Bizzarro
"Las palabras y las cosas"... mmm, si poniéndose uno a pensar no por nada Jean Paul Sartre escribió ese libro. El mentor y pionero del existencialismo en su obra cumbre trataba de explicarnos porque mucho de lo que existe proviene de lo que hablamos.
El título de la entrada hace referencia a un enigma que me capturó muchos instantes de pensamiento. De hecho lectores sepan que los seres humanos pensamos a tal punto que podemos construir naves espaciales, contener ríos en represas, adquirir energía desde la luz solar, entre tantas otras cosas. Obviamente estos pensamientos materializados después, venían de mentes más equipadas fuera de la normalidad de ver el "Bailando" de Tinelli, pensar con quien cojo próximamente o como hago para zafar del laburo de mierda que tengo.
El enigma en sí trataba acerca del uso de la palabra "bizarro" en el contexto del español que se habla en Argentina. Descubrí la palabra en conversaciones de mi adolescencia y la mejor manera de descifrar significados es yendo al "mataburros", nuestro mal querido amigo, el diccionario que se expresa más o menos así:
bizarro, rra.
Bueno, todo bien, encontramos el enlace, pero ahora ¿Cómo llegó eso al español argentino contemporáneo? Y para mi la respuesta merece un estudio lingüístico que se lo dejo a la gente de Letras para cuando quiera. Aunque puedo aventurar que el desplazamiento pudo encontrar camino a través justamente del cine. El cine de los '50 que en algunas películas de clase Z (pelis donde no se gastan más de dos mangos) fueron catalogadas como "bizarre cinema" y que tuvo continuidad en algunos directores como Tim Burton o David Lynch en algunas ocasiones. Es más, si quieren experimentar algo del cine bizarro la película que mencioné anteriormente es claro ejemplo.
El título de la entrada hace referencia a un enigma que me capturó muchos instantes de pensamiento. De hecho lectores sepan que los seres humanos pensamos a tal punto que podemos construir naves espaciales, contener ríos en represas, adquirir energía desde la luz solar, entre tantas otras cosas. Obviamente estos pensamientos materializados después, venían de mentes más equipadas fuera de la normalidad de ver el "Bailando" de Tinelli, pensar con quien cojo próximamente o como hago para zafar del laburo de mierda que tengo.
El enigma en sí trataba acerca del uso de la palabra "bizarro" en el contexto del español que se habla en Argentina. Descubrí la palabra en conversaciones de mi adolescencia y la mejor manera de descifrar significados es yendo al "mataburros", nuestro mal querido amigo, el diccionario que se expresa más o menos así:
bizarro, rra.
Me explotaba el mate porque no tenía nada que ver con el significado que el contexto hablante le daba. A todas luces, "bizarro" en nuestro lenguaje común hacía referencia a algo o alguien raro, único en su tipo, estrafalario o estrambótico... una bizarreada. Es más tan unívoca es la expresión que era imposible hacer referencia a un fenómeno de tal tipo sin decirla, es decir mis queridos lectores, algo tan raro que si no se usa "bizarro" es imposible explicar lo que vimos o sucedió.
Ahora bien hace unos cuantos días estuve viendo algunas pelis y charlando con un amigo sobre cine y me vino a la mente el film "Donnie Darko". Y de repente la asociación al inglés "bizarre". La palabra en inglés (y en francés también) hace claramente referencia a esas cosas estrafalarias y raras que se asociaban a los circos ambulantes; los llamados "freak shows" famosos a finales del s. XIX en los Estados Unidos como una suerte de exposición itinerante de las aberraciones genéticas y congénitas del ser humano (obviamente algo bastante snob y exitoso en la época porque iba de la mano con las teorías sociales y genéticas de moda); la mujer barbuda, el hombre rana, el hombre elefante, el enano, etc.
Bueno, todo bien, encontramos el enlace, pero ahora ¿Cómo llegó eso al español argentino contemporáneo? Y para mi la respuesta merece un estudio lingüístico que se lo dejo a la gente de Letras para cuando quiera. Aunque puedo aventurar que el desplazamiento pudo encontrar camino a través justamente del cine. El cine de los '50 que en algunas películas de clase Z (pelis donde no se gastan más de dos mangos) fueron catalogadas como "bizarre cinema" y que tuvo continuidad en algunos directores como Tim Burton o David Lynch en algunas ocasiones. Es más, si quieren experimentar algo del cine bizarro la película que mencioné anteriormente es claro ejemplo.
Ahora me quedo con "Confesiones de Invierno" de Sui Generis.
martes, 3 de junio de 2014
Un corazón susurra su verdad
En algún momento tenía que llegar...
¿Cómo puedo hacer referencia a una verdadera pasión? ¿Una pasión tan grande que parece religión?
Corría el año 2005 y yo recién salidito de la secundaria como les conté, hacía mi cursito de chef. En aquéllos tiempos tenía la rutina de ir a casa de mi abuelo (hoy parte de mi actual hogar) los fines de semana y conversar con un gran amigo que en ese momento vivía ahí, Miguel. Él había sido violinista mucho tiempo y teníamos muchas charlas sobre música, mujeres, cosas de la vida, el trabajo en la huerta, y guitarreadas en las noches.
Y un día justamente haciendo esos laburos matinales nos ponemos a charlar de Soda Stéreo. Me contó que su primer LP (esos viejos discos de vinilo) del que tenía excelentes recuerdos era uno de esa banda que se llamaba "Doble Vida". Al poco tiempo le pedí a mi primo (el único con internet y grabadora de CD por esos momentos) que me grabara una selección de temas que había visto en un cancionero de Soda, conocía algunos y otros no. Recuerdo que a ese disco le hice una tapa artesanal y aún lo conservo. No pasaron muchos días, y viendo que realmente me gustaba lo que escuchaba, le dije a mi tío que en uno de sus frecuentes viajes a Buenos Aires me comprara "Doble Vida".
Ese fue el primer disco de Soda que llegó a mis manos. Era en esa famosa reedición que hizo Sony Music de discos clásicos del Rock Nacional donde el CD tenía "estampado un LP" encima y venía dentro de una suerte de box similar a esos viejos discos. Me escuché ese álbum hasta hartarme junto con Miguel, donde hay clásicos de la banda como "En la Ciudad de la Furia", "Lo Que Sangra", "Corazón Delator", etc. Y empecé a investigar más sobre le banda sus orígenes, quienes eran, cuál había sido su derrotero, porque se habían separado.
A la vez, cada vez que tenía que pagar la cuota mensual del instituto de gastronomía, me sobraban $30 por mes. Y por esos años un disco caro a lo sumo salía $50. Entonces no hay que decir mucho. Recorrí las grandes disquerías de Salta en busca de los discos de Soda o los que podía encontrar. Así llegaron "Rex-mix", "Sueño Stéreo", "Dynamo", "Canción Animal" y "Comfort y Música para Volar". Hasta en Jujuy cuando visitaba a mi abuela me iba a buscar discos. Y justo ahí en "Klaxxon" una disquería que hoy ya no existe, encontré una versión original en CD del Maxi "Languis" de 1989 (una verdadera joya). Luego cambié el original de Dynamo a otro amigo que lo había comprado en su momento (hoy una joya también) por el mío que era de la reedición de Sony. Luego vendrían los discos solistas de Cerati hasta esa fecha, pero esa es otra historia.
Ahora un homenaje...
Pero no fueron sólo discos. Luego vino el DVD del "Último Concierto", una amiga de mi tío me mandó el libro "Soda Stéreo. La Biografía" de Fernando Bitar (agotado y de yapa con la firma del autor jajaja). Vino el concierto de Cerati en Salta. Y después la reunión.. Pero acá viene la nota negra. Realmente por GIL ATÓMICO no peché para ir a ver ninguno de esos recitales. Al día de hoy todo el mundo que lea, sabrá que es una cosa para arrepentirse, más si uno es fana post-Soda; nunca había visto al grupo en vivo. Pero igual ese DVD de la vuelta lo tengo JAJA
Nunca antes en mi vida había desarrollado una predilección por algún músico o banda. Como saben, había escuchado mucho y de todo pero no tenía ídolos. Hoy puedo decir que soy "sodero" a morir. Pero eso no significa que no escuche nada más, al contrario, Soda me hizo explorar todas las influencias que tuvo y muchas cosas más. Fue abrirme un mundo nuevo. No hay canción del grupo que no sirva para algún momento en la vida; sea este de alegría, enamoramiento, enojo, frustración, depresión, consuelo, soltura, frescura, etc. Soda es "un mundo de sensaciones" para quien sabe apreciar su sonido (ya dije que no hay medias tintas; o te gusta o lo aborrecés).
Por eso Soda: Gustavo, Zeta y Charly... Gracias... TOTALES!!!!!!!
domingo, 1 de junio de 2014
La Siniestra
A diestra y siniestra o a tontas y a locas o a troche y moche; expresiones que suelen emplearse cuando uno tiene algo que le sobra y lo derrocha.
Pero la siniestra es el nombre que también lleva nuestra mano izquierda. Por lo tanto, hoy hablamos de política. TUM!! Bueno mis lectores ¿Uds. creen que zafaba de esto? Pues no, pero al menos si lo leen quizás encuentren el tema visto desde otra perspectiva, tal vez un poco más humorística.
Para empezar hay un excelente blog que se llama "Zurdete". El mismo tiene unos años diciendo ser una copia digital de un libelo que circulaba por los pasillos de la UBA, a los que agregó un par de capítulos más el creador del espacio. La obra original se llama "Perdón por la Izquierda". Pero para más detalles les dejaré la dire en los comentarios. Se van a reír... Y los que saben se van a reír pero también a llorar.
La izquierda como tradición política es relativamente novedosa, surgió a mediados del siglo XIX ¿Pero de dónde carajo viene eso de llamarse "izquierda"? El origen tenía que ver con esa cuestión de la Segunda Revolución Inglesa de 1688, llamada la "Revolución Gloriosa". Dicho sea de paso y sacando el fantasma que rodea a esta palabra, fue la única revolución donde si corrió sangre fue la de dos perros y un arenque, es decir, no se murió nadie. Se decía que cuando el monarca inglés presidía el Parlamento, a su derecha se encontraban los conservadores; aquél sector político que no quería grandes cambios en el sistema de gobierno o, si los había, reformas muy limitadas que no desafiaran el estado actual de las cosas (statu quo). Del otro lado, estaban los quilomberos, es decir, el sector político que pretendía reformas sustanciales, de fondo de todo el sistema político y en muchos casos una reforma social. Las versiones más radicales (v.g.: las más fanáticas) de ambos lados terminan siendo las violentas.
La izquierda entonces lleva como estandarte la reforma política y social ¿vamos entendiendo? Esta, sin embargo, fluía dentro del sistema político imperante sin buscar sobrepasarlo ni ponerlo en duda, sino promover una forma de discusión que permitiera la alternancia en el poder para evitar los excesos de un rey, un dictador, una masa turbia (tan violento como un grupo político radical), un grupo de ricachones o notables, etc. Para hacerla corta una forma de recontra putearse sin necesidad de agarrarse a las trompadas, ni dejar que un vivo hijo de mil p... nos tuviera a todos cortos.
Pero he aquí que a mediados del siglo XIX la cosa se complica con la llegada del socialismo (en sus dos versiones) que, entre otras muchas cosas, critica al sistema político, económico y social imperante no sólo para reformarlo sino para acabar con él de manera definitiva; para que la sociedad llegara a un estado político armónico sin la necesidad de agentes externos para su representación, ni tampoco sectores sociales que se arrojaran su preponderancia política sobre los demás. Es decir, en teoría, un mundo donde absolutamente TODOS tuviésemos Playstation 4 y a la vez un Samsung S3 y calzar Nike mientras tomamos un cafecito.
Como bien se sabe ya desde hace unos 200 años el tema de "ir en contra del Estado" siempre se trató de un conflicto que muchas veces se llevó mucha sangre y vidas para conquistar varias de las facilidades que tenemos hoy nosotros en nuestra vida cotidiana como el celular o la PC, la obra social, el derecho a descanso, vacaciones, etc. Pero lo que tenemos hoy no son "combatientes" políticos en ese sentido, mucho menos ejemplos de ese tipo de militancia.
Para cerrar esta entrada que por ahora suena muy aburrida lo que hay que decir es que la tradición de los "zurdos", se entiende como eso simplemente "hacer la contra" a lo que sea, por donde sea, por lo que sea. Eso nos choca porque lo creemos demasiado desestabilizador, demasiado quilombo diario a una vida muy esquematizada. Lo cierto es que muchos de ellos tampoco entienden bien lo que hacen ni piensan porque han sido guiados las mayoría de las veces por discursos prearmados y por un famoso librito: "El Manifiesto Comunista". Gran libro, pero pobre en relación a la amplitud de pensamiento y obra de su autor. Entonces si esto sirve para prenderles la curiosidad de informarse mejor antes de criticar, bienvenido sea
Una mano a la derecha.
Pero la siniestra es el nombre que también lleva nuestra mano izquierda. Por lo tanto, hoy hablamos de política. TUM!! Bueno mis lectores ¿Uds. creen que zafaba de esto? Pues no, pero al menos si lo leen quizás encuentren el tema visto desde otra perspectiva, tal vez un poco más humorística.
Para empezar hay un excelente blog que se llama "Zurdete". El mismo tiene unos años diciendo ser una copia digital de un libelo que circulaba por los pasillos de la UBA, a los que agregó un par de capítulos más el creador del espacio. La obra original se llama "Perdón por la Izquierda". Pero para más detalles les dejaré la dire en los comentarios. Se van a reír... Y los que saben se van a reír pero también a llorar.
La izquierda como tradición política es relativamente novedosa, surgió a mediados del siglo XIX ¿Pero de dónde carajo viene eso de llamarse "izquierda"? El origen tenía que ver con esa cuestión de la Segunda Revolución Inglesa de 1688, llamada la "Revolución Gloriosa". Dicho sea de paso y sacando el fantasma que rodea a esta palabra, fue la única revolución donde si corrió sangre fue la de dos perros y un arenque, es decir, no se murió nadie. Se decía que cuando el monarca inglés presidía el Parlamento, a su derecha se encontraban los conservadores; aquél sector político que no quería grandes cambios en el sistema de gobierno o, si los había, reformas muy limitadas que no desafiaran el estado actual de las cosas (statu quo). Del otro lado, estaban los quilomberos, es decir, el sector político que pretendía reformas sustanciales, de fondo de todo el sistema político y en muchos casos una reforma social. Las versiones más radicales (v.g.: las más fanáticas) de ambos lados terminan siendo las violentas.
La izquierda entonces lleva como estandarte la reforma política y social ¿vamos entendiendo? Esta, sin embargo, fluía dentro del sistema político imperante sin buscar sobrepasarlo ni ponerlo en duda, sino promover una forma de discusión que permitiera la alternancia en el poder para evitar los excesos de un rey, un dictador, una masa turbia (tan violento como un grupo político radical), un grupo de ricachones o notables, etc. Para hacerla corta una forma de recontra putearse sin necesidad de agarrarse a las trompadas, ni dejar que un vivo hijo de mil p... nos tuviera a todos cortos.
Pero he aquí que a mediados del siglo XIX la cosa se complica con la llegada del socialismo (en sus dos versiones) que, entre otras muchas cosas, critica al sistema político, económico y social imperante no sólo para reformarlo sino para acabar con él de manera definitiva; para que la sociedad llegara a un estado político armónico sin la necesidad de agentes externos para su representación, ni tampoco sectores sociales que se arrojaran su preponderancia política sobre los demás. Es decir, en teoría, un mundo donde absolutamente TODOS tuviésemos Playstation 4 y a la vez un Samsung S3 y calzar Nike mientras tomamos un cafecito.
Como bien se sabe ya desde hace unos 200 años el tema de "ir en contra del Estado" siempre se trató de un conflicto que muchas veces se llevó mucha sangre y vidas para conquistar varias de las facilidades que tenemos hoy nosotros en nuestra vida cotidiana como el celular o la PC, la obra social, el derecho a descanso, vacaciones, etc. Pero lo que tenemos hoy no son "combatientes" políticos en ese sentido, mucho menos ejemplos de ese tipo de militancia.
Para cerrar esta entrada que por ahora suena muy aburrida lo que hay que decir es que la tradición de los "zurdos", se entiende como eso simplemente "hacer la contra" a lo que sea, por donde sea, por lo que sea. Eso nos choca porque lo creemos demasiado desestabilizador, demasiado quilombo diario a una vida muy esquematizada. Lo cierto es que muchos de ellos tampoco entienden bien lo que hacen ni piensan porque han sido guiados las mayoría de las veces por discursos prearmados y por un famoso librito: "El Manifiesto Comunista". Gran libro, pero pobre en relación a la amplitud de pensamiento y obra de su autor. Entonces si esto sirve para prenderles la curiosidad de informarse mejor antes de criticar, bienvenido sea
Una mano a la derecha.
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