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miércoles, 26 de agosto de 2015

Líneas

Hay canciones que se llevan
algo de uno, cuando terminan.
Son como romances que se llevan...
algo de uno, cuando terminan

Somos mundos cerrados,
vivimos separados.
Aún miro tus ojos
y veo líneas, amor...
veo líneas, líneas de amor

Así comienza a mi parecer una de las mejores combinaciones entre verso y melodía.

Allá por 1986, un músico de muy bajo perfil pero muy metido en el ambiente musical porteño movedizo de mediados de los '80, sacaba un disco con el grupo que lideraba llamado "Los Encargados". Su cénit como banda lo viven de manera un poco insólita al ser blanco de verduras varias y proyectiles durante su presentación en el BA Rock de ese año, al ser el grupo que toca antes de Pappo's Blues... Los muy hijos de puta de los organizadores ponen una banda tecno pop antes de una clásica agrupación de rock & blues; la reacción del público, por supuesto, está justificada (lo que no dice que sea entendible, es más fácil tirar verduras que subir a tocar medio tema).

No puedo recordar
la primera estrofa de la canción
que siempre quise cantarte.
Pero no importa
pues veo que nada altera
este viejo romance.

Somos mundos cerrados...

Y así en dos breves estrofas Daniel Melero, junto a una melodía entre calma e itinerante, nos relata algo que podría formar parte no sólo de canciones, de relaciones, de amores pasados (o pesados), sino de un concepto básico de la psicología que es... que es que? Que dijo Quique qué? se queja de que encajaba con queso, que sorpresa de que (un pequeño homenaje).

El trauma damas y caballeros. Si que podríamos definirlo (atentando contra una lectora que es idónea en el tema) como un resabio, una rémora, un acontecimiento que provoca un desfasaje en la conciencia y establece una pauta de conducta, que muchas veces se traslada al inconciente, pero es manifestada en ocasiones de tensión. También es el deporte básico de la argentinidad andar analizando a la gente por la calle viendo cuáles son sus traumas manifiestos.

Algunos traumas podrían considerarse inocuos ya que no afectan el normal funcionamiento de la psiquis, pero otros son lo bastante violentos como para establecer una pauta de conducta permanente, la mayor parte de las veces nociva ya sea para los demás, para uno mismo o ambas.
Cómo algún chiste negro que anda dando vueltas que dice: ¡¿Sos boludo o te culiaron de chico a vos?! Pero sep, que alguien haya sufrido una violación de chico, básicamente llevará la marca hasta su muerte, y posiblemente reproduzca la misma conducta de la que fue víctima. Tal vez no tan violento, y una relación amorosa experimentada con mucha pasión y desenfreno llevada al corte súbitamente, provoca una asociación inexorable de la imagen de ese amor, de la persona, del miedo y del cagazo a experimentar algo nuevo. O tal vez algo inocuo como el hecho de patear las cáscaras de banana que yacen secas por la calle porque de más pequeño sufrí una caída por causa de una. (jijiji)

Lo cierto es que es pasta para que el psicólogo almacene y recoja el dinero de la feligresía deshondando sus traumas, y aplicar una terapia de superación del problema, que a veces puede ser muy profundo o a veces una mera pelotudez. Cierto también es que a mayor nivel de autoconciencia mayor capacidad de autocuración, por el hecho de que tenemos una fuerte tendencia a involucrarnos con las circunstancias y el ambiente antes que profundizar nuestro conocimiento acerca de nosotros mismos. Existen límites claro, como la de volverse loco pero eso también es un profundo ejercicio de autoconciencia.

De paso les digo que el tema se llama "Líneas" y es de "Los Encargados", cosa de que se traumen escuchándolo.

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