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miércoles, 29 de octubre de 2014

En Mil Partes

Bueno se termina octubre y era como una cuestión de honor darle al blog otra editorial. Pero buah la creatividad y la inspiración no nos llegan todos los días.

Hace muchísimo tiempo Aristóteles en sus tratados de "física", definía a la corrupción como "de lo mejor lo peor". Como tantas grandes mentes y hombres (mujeres también... Ay! estos tiempos de género ttsss) hacía simple algo que normalmente tiende a la complejidad. En realidad el filósofo antiguo se refería al desgaste que el tiempo produce en la materialidad; una manzana se pudre, un árbol cae, la piel se arruga, el hombre muere.

Lo cierto es que la corrupción tal como la entendemos hoy es básicamente eso, aunque irónicamente, el mismo término se haya "corrompido" para amoldarse a otras realidades evidenciables, cosa bastante natural en el devenir del lenguaje. Hoy la "corrupción" se entiende como la malicia de la perversión, es decir, aquélla cualidad para socavar la integridad ética de una persona.

"Desenmascara a la corrupción"
Es increíble que al poner la palabra "corrupción" en Google aparezcan imágenes casi en 100% de sobornos, dinero entre manos suspicaces, políticas en declaraciones falaces, manos tendidas a escondidas, etc. etc. Eso demuestra que tan arraigado tenemos la percepción de un concepto cuyo devenir es mucho más rico y complejo que eso. Por eso la imagen de arriba trata de "despolitizar" el concepto para decir simplemente que todos somos corruptos, y somos susceptibles de corrupción.

Uno de los mayores males del pensamiento occidental es la categorización por valores morales, en gran parte consuetudinarios, sempiternos y monolíticos; enquistados sobre todo en el famoso "sentido común", es decir, el político es corrupto y es así, es ladrón, mentiroso, chorro y embustero. Hemos pegado el concepto a la tarea del funcionario público, hemos conceptualizado la corrupción como una forma de perversión ética, cuando en realidad es un constituyente cotidiano biológico al menos conceptualmente.

Entonces lo que hay que hacer es relativizar nuestro pensamiento, calmarnos, sacar la ira y preguntarnos ¿somos corruptos? No me olvido más de un artículo que debe tener unos 15 años en donde la Revista Viva hacía un recorrido preguntándose ¿Desde cuándo existe la corrupción en la Argentina? Obviamente, la metodología de la investigación periodística es muy diferente a la que pueda hacer yo como historiador, pero muchas veces los periodistas pecan de anacronía, visualizando realidades pasadas con conceptos actuales lo que de por sí ya forma un sesgo en cualquier análisis.
Termina ubicándola básicamente desde los tiempos coloniales, con el contrabando de mercancías y negros esclavos desde Buenos Aires, con los gobernadores desobedientes de las ordenanzas reales en cuanto al servicio personal indígena, con la "abolición" de la "Encomienda indiana", el nepotismo de funcionarios de los Cabildos citadinos y un largo etcétera. Y por más de que esto históricamente es cierto, tenía por lo menos en su época un fundamento: la monarquía española nunca visitó las Indias en 300 años de dominio, por lo tanto, por más de que su legislación era la obra normativa más acabada, justa y fantástica jamás escrita, su aplicación práctica chocaba con la realidad de una sociedad que debía subsistir a base del trabajo indígena, que cada vez eran menos con el tiempo, a pelear con otras tribus aun no controladas, que debían procurarse alimentos y materiales de construcción que la misma Corona monopolizaba para su venta y distribución (siendo que a veces los barcos se tomaban descansos de hasta 5 años para abastecer), por lo tanto, la corrupción política nacía de la necesidad, se reforzaba por la necedad administrativa, y se reproducía por la costumbre. Costumbre propiedad de criollos, pero también de los indios, porque estos en aras de mantener su propia cultura y como una forma de "resistencia" a sus conquistadores practicaban "por izquierda" su propio comercio.

Entonces en esta pantomima repleta de pelotudeces discursivas en la que el actual gobierno argentino se ha transformado, busca culpabilizar a otros de sus propios desaciertos, por más de que buenas y productivas obras haya realizado. Entonces, no es raro que se busquen chivos expiatorios en el menemismo, el alfonsinismo, la última dictadura (fuente de todos los males y penurias actuales del país), se demonice a los radicales y se insulte y degrade a todo aquél funcionario público antes del ascenso de Perón al poder en 1945, a excepción claro está de San Martín, Belgrano, Larguirucho, Hijitus, Patoruzú, etc. que como personajes de la idiosincracia política y humana argentina siguen siendo tan impolutos como siempre, fogoneando que se escriban libros pedorros sobre la cuñada que se cogía el prócer o si Belgrano se la comía a tres manos. Mientras tanto la ciudadanía sigue "queriendo saber de que se trata".

Nuestra tarea de relativizar comienza al ver este gráfico sobre Corrupción Mundial

Para finalizar, volvemos al principio. Todos podemos ser corruptos en mínima escala, y según el "karma" (concepto que merece también su propio opúsculo en algún momento) la decisión de serlo puede llevar paulatinamente a convertirnos en corruptos sin ser senadores o diputados, sino simples trabajadores y padres o madres de familia, por el hecho de que la ética que profesamos se vea pervertida, por necesidad, v.g.: al machetearnos un examen, sobornemos al cana para que no haga la multa por ir chupao en el auto, le fiemos al kiosquero, utilicemos nuestra amistad con el patova para ingresar gratis al boliche, los contactos en el laburo para un familiar nuestro, etc, etc, etc.

Que lo grande no tape lo chico mis queridos lectores, nadie es santo, nadie hace daño, y si bien esto no justifica que le demos la mano a los funcionarios que hacen mal su tarea, significa que la conciencia comienza en cualquier acto responsable como ciudadano todos los días, y en elegir como personas libres lo que haga más bien que mal.

viernes, 10 de octubre de 2014

Prima Facie

Tapa del álbum "Dynamo" de Soda Stéreo (1992)

Como bien dice el refrán: "Una imagen vale más que mil palabras". Así como en una entrada anterior hicimos una exposición acerca de porqué el nombre del blog, en este momento hacemos un comentario a la imagen que le da presentación a este espacio.

La leyenda de la fotografía describe de donde proviene. Pero decir que es sólo una tapa de un disco es quedarme corto. Para mi es lo mejor que ha entrado por mis oídos y le ha dado colores a mi cerebro. Es un mundo de sensaciones, es mi yo atravesado por un prisma de cristal que fluye por cada una de las 12 canciones que componen esta obra de arte.

¿Porqué obra de arte? Si, capaz que digan los que me conocen que soy muy fana de la banda, pero objetivamente hablando es una obra de arte porque todo lo que conlleva este trabajo de Soda está completamente conceptualizado.

Fotografía del interior del CD Box
El arte y diseño salieron de la creatividad del tándem Alejandro Ros y Gabriela Malerba quiénes trabajaron en el arte de casi todos los discos del conjunto y la fotografía (como la de arriba) fueron capturadas por el ojo pasional de Daniel Ackerman. Pero en sí todo el disco encierra un concepto místico que se desarrolla a través del nombre... "dynamo", del griego antiguo que significa "motor". Y si nos remitimos a la tapa es el corazón el motor sobre el que giran todas las cosas.

Este disco es su trabajo más ecléctico, más experimental, visceral, crudo, creativo y original. Es una adaptación argentina a las corrientes inglesas que se hacían lugar en la época, de la llamada "corriente de Bristol" con bandas como "My Bloody Valentine", "Slowdive", "Ride", "Lush", por mencionar a las más importantes, pero dándole el toque local con el pop característico de la banda en un momento donde el éxito les sonreía y los tenía en el pico de su carrera. En palabras de Gustavo Cerati era: "agarramos Canción Animal y lo sumergimos en el agua".

Contratapa y laterales. Podemos ver a Gustavo, Charly y Zeta haciendo de pilares y la lista de temas

Puntos altos en "Secuencia Inicial", "En Remolinos" (para muchos lo mejor del disco y de lo mejor de la banda, además el favorito de Gustavo), "Primavera 0" (el hit), "Luna Roja", "Nuestra Fe" (una obra maestra que merece un lugar de reconocimiento en la música nacional) y "Claroscuro" (mi favorita).

Si quieren ver y leer  más sobre el álbum les recomiendo internet, ya que hay muchísimos análisis de propios y foráneos, de especialistas y de aficionados; imágenes, fotos, entrevistas. Pero al menos yo les voy a decir que es recomendable escucharlo entero, de principio a fin, en lo posible sin cortes de un tirón, al principio les resultará ruidoso, pero si lo escuchan más de una vez le encuentran la onda y una vez que se la encontraron, agárrense... Y si no les gustó y buah sobre gustos no hay nada escrito pero deberían preguntarse seriamente si su oído emocional anda con problemas.

Le queda una mención a mi tema favorito... "Claroscuro"... Es más o menos Agustín Ovejero hecho canción. Una nube de polvo y colores que va del gris al más profundo rojo tornasolado. Una letra dulce en una melodía descarnada. El más profundo Amor dado con una pasión distorsionada como la guitarra que le sirve de acuarela.

Para cerrar le doy muchas gracias a Darío Escalada quién me cambió el original de este disco por la edición "Vinilo" que tenía, y que en formato está lejos de asemejarse a su primera versión. Y le doy mis plenas felicitaciones a semejante grupo creativo y estos tres que me han hecho la vida más alegre.

"¿Y la música dónde está? ¿En los cables?"

Lo que viene, lo que viene...

Hace muchos años antes de que Clarín se transformara en algo así como en la OCP de este cómic que es la Argentina de nuestros días, la fija de los domingos era ver "Fútbol de Primera" ese programa que resumia los partidos del fin de semana para aquéllos que no podíamos pagar el cable codificado para ver los partidos. Sacando de lado el tema político acerca de si el hoy "Fútbol para Todos" es una conquista social o simplemente un medio de entretenimiento alienante masivo -que de paso nos cuesta bastante guita, lo cierto es que FDP tenía una muy buena mezcla y producción en sus previas; buena música para ambientar el folklore de la cancha, buena edición, excelentes comentaristas, y en su momento de mayor auge un vehículo de transmisión cultural, ya que en los separadores de los bloques del programa se presentaba a músicos y bandas adaptando a su estilo el clásico "jingle" del show televisivo.

Pero lo que trae a colación el título es, más bien, que al terminar cada bloque salía esa frase que decía: "Lo que viene, lo que viene..." como para generar ansiedad en el público para ver el próximo resumen.

Hace pocos días terminé mi tesis de Licenciatura, un logro espectacular teniendo en cuenta los desvaríos y las dudas que me asaltaron este último tiempo... Ahora es "lo que viene"... Esa incertidumbre un poco imprevista, atosigante, ansiosa y letal de preguntar ¿y ahora qué vas a hacer con tu vida? Al parecer la mayoría contesta eso rápido de acuerdo a lo que haya estudiado. Pero no es mi caso, porque más allá de la salida laboral y de ganarse el pan, me interesa que lo que estudié sirva de algo, movilice, motive, explique, difunda, haga pensar, en síntesis VIVA!!! No es un problema menor, ya que no es de mi interés engrosar un currículum académico para mostrar que capo soy, ni mucho menos estaquearme en un ámbito tan ambivalente como lo es la comunidad universitaria.

Como ser finito si uno tiene capacidades debe volcarlas a la mayor cantidad de personas porque nos morimos y nuestra capacidad se diluyó en los abismos del olvido. A partir de ahora para mi se abren grandes desafíos, siendo el primero, encontrar un laburo digno para sostenerme, ya que el que tengo ahora es sólo un estipendio para hacer algunas cosas, no permite ahorro ni mucho menos soltura económica. Luego de eso, y hay que ver donde este mundo puede llevarme y hasta donde estoy dispuesto a llegar yo con él.

Una materia pendiente sigue siendo el amor... en tiempos de cólera. Tengo la desdicha de ser un tipo de pensamiento clásico en cuanto a parejas se refiere, no en el tema matrimonio, ya que eso es una institución caduca, pero si en el aspecto cualitativo. No salí al típico hijo de puta o mujeriego que las quiere todas para él, la caretea para tenerla y luego tratarla como un trapo, hacerla lucir como un trofeo ante sus círculos vitales o simplemente tener novia por tener.. Buah tengo que pagar eso en tiempos donde el amor languidece como una lombriz en un desierto.

Pero buah... La motivación existe, hay que regarla, hay que animarse, hay que seguir, hay que vivir.