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miércoles, 24 de septiembre de 2014

Artefacto

 De chico solía leer mucho "Anteojito"... ¿Se acuerdan? Esa revista con los personajes del célebre dibujante (ya fallecido) García Ferré dedicada especialmente a los chicos en edad escolar. Muchos recordarán que a principios de año la publicación solía traer algún regalo para el pequeño estudiante. Yo nunca me voy a olvidar cuando salió junto con la revista una mochila de color azul con "Anteojito" en el bolsillo frontal. O cuando vino un pack de útiles que incluía regla, escuadra, transportador y compás (este último por cierto era bastante medio-pelo).

"Floripi" de Montag
Pero lo más útil de esa revista sin duda era el contenido. Todos los años solía traer una edición de pequeños fascículos con literatura, ciencia, manualidades, coleccionables, etc. Era como la internet de los '90. Me acuerdo usar los recortes de revis de años atrasados para hacer las tareas del cole o como olvidar las figuritas que venían en recuadros en la contratapa (especial para las fechas patrias). Capaz lo que uno no se acuerda tanto eran las pequeñas tiras cómicas que había en alguna que otra página... "Pelopincho y Cachirula", "Floripi" (una flashada mal donde una bruja muy simpática con una pequeña margarita mágica hacía obras de bien como curar perros, enfermos, y darle de comer a los pobres), "Cico y Cilindrina" (otra flashada de un motoquero con una moto viviente), y tantos otros personajes (Y paro acá porque la nostalgia me está matando!!!).
Ahora uno ya grande adquiere la dimensión del vehículo educativo y cultural que significaba esa y otras revistas por el estilo hasta la llegada del Big Brother de internet.

Esencialmente internet y las telecomunicaciones actuales pusieron en la mano del hombre contemporáneo un sinfín de posibilidades. Otro ejemplo sería la telefonía celular. Mi tío tiene celular desde el año '97 cuando empezó con ese Motorola que parecía handy (equipos hoy casi reliquias, pero de una funcionalidad a
Modelos de los primeros celulares de venta masiva. Mi tío tenía el de la derecha
prueba de balas), medía como 18 cm y pesaba capaz que unos 500 gr. y que sólo servía para llamar, al Samsung S4 que maneja hoy; que apenas debe llegar a los 10 cm, pantalla táctil LED plana, internet, cámara de fotos con flash, mando a distancia (lo que por estos lares es un control remoto), pajero automático, llamador de minas, cepillo de dientes, palillos, consejera de salidas, wedding planner, etc. etc. etc.
Mi primer celular llegó a la edad de 20 años, si bien el último año de la secundaria el Nokia 1100 cundía en el aula, por un tiempo pensé que tener celular no era una necesidad inmediata. Cuando llegaron los tiempos universitarios cambié de opinión porque el roce social (léase ganas de noviar o algo parecido) lo hacían necesario. Y el boom de los mensajes de texto que luego se vieron reemplazados por la nueva generación de software en los celulares, que vinieron ya a ser sistemas operativos similares a los que usan las PC de escritorio pero adaptadas al formato móvil (Android, Symbian, MacOs, etc.). A la vez internet pasaba de ser un servicio caro y casi de lujo, a cundir primero a través de la cadena de comercialización de los "cybers", donde se ponían varias computadoras en red conectadas a la web, para luego ya pasar a formar parte de los servicios domésticos con línea propia en casa; tanto así como que hoy internet es un servicio más a pagar junto con el agua, la luz, el gas y demás.

Ahora bien este mundo de información y comunicaciones que nos ha caído, hoy nos invade y ha transformado y continúa transformando nuestra forma de comunicación. Pero nos transforma en un sentido que en mi sincera forma de ver las cosas no es para nada productivo. Hoy las relaciones se hacen a distancia, atadas a un aparato; donde parece más copado y piola chatear y mandarse imágenes o besitos con emoticones antes que ponerse los pantalones o las calzas y salir a tomarse un mate en algún parque o espacio público. Si, es cierto, a medida que crecemos las responsabilidades crecen y capaz tenemos hijos, familia a cargo, trabajo o demás obligaciones, pero eso no quita que la vida social se individualice y se personalice demasiado, generando angustia y obsesión... O me van a negar que más de una vez no se habrán enojado con su interlocutor de WhatsApp o Facebook porque no les respondía un mensaje, y eso es porque pierden la dimensión que del otro lado hay una persona que está haciendo otras cosas y maneja una vida.
Fuck E-Life!!!

Eso no sucede con las relaciones clásicas, las "tête-a-tête", las que de verdad valen, pero están desapareciendo. La desventaja de esas salidas es que se necesitaba tiempo, pero la grandísima ventaja es que ese tiempo estaba todo dedicado y consumido en el disfrute de una relación interpersonal directa con alguien sea novia/o, hermano/a, amigo/a, madre, padre, sobrinos, hijos, etc. Y no por nada llegamos a la ridiculez de decirnos todo por celular pero al momento de cruzarte cara a cara con alguien sale un amargo y distante "hola"... ¡Qué cara! ¡Qué gesto! ¿¿¿¡¡¡Qué Carajo es esto!!!???

Es más esta perra sociedad que cada vez prioriza más tener el último celular de turno (utilizando con suerte el 20% de sus prestaciones tecnológicas) a tener un cacho más de cultura y conocimiento del mundo que lo rodea, porque seamos francos hoy las posibilidades laborales hacen que podamos recalar en Bombay, y si nunca nos interesamos por saber que eso no es un chicle sino una de las principales ciudades de la India y una de las más grandes y populosas del mundo entonces somos bastante giles y conformistas, además de quedarnos grande el mote de "seres más inteligentes del planeta", cuestión que se mide por una simple razón entre capacidad y disposición de recursos, cosa que una hormiga hace mejor que nosotros.

En fin, sigamos teniendo el Samsung, nadie quita que sea un gusto y una posibilidad además de algo lindo y útil, pero más que nada recordemos... La vida y ninguna relación humana, ni a palos, comienza y termina en un aparato ni en un mundo virtual.




jueves, 18 de septiembre de 2014

Esa Incomensurable Probabilidad

En las matemáticas hay un espectro del cálculo que le pertenece a la probabilidad y a su derivada, la estadística. Básicamente, la probabilidad es el ordenamiento de cosas que pasan y cuántas veces pasan, y a partir de allí, inferir cuando pueden volver a pasar. Pero si nos fijamos bien en principio es "ordenamiento de cosas que pasan". Se da por supuesto entonces que esas cosas efectivamente SUCEDEN. Cuando no pasa nada es cuando la probabilidad pone en juego lo favorable y desfavorable.

Bueno como técnica un poco loca para introducirnos en el tema suena algo pesado pero es así. La entrada de hoy se refiere a esa cosa que me provoca un escozor, un rechazo, un enojo que no puedo esquivar... Esa que se resume en la frase "algún día...".

"Algún día" es cualquier día, pero a la vez ninguno. Cuando invito a tomar algo, cuando pueden visitarme en casa, cuando podemos organizar una salida, cuando podemos echarnos un polvo o, que se yo, charlar sobre las ventas de los comics de las Tortugas Ninjas en la Argentina de los '90, siempre "habrá algún día". Es un embole porque esa frase pone más o menos una distancia sideral entre el suceso y la probabilidad de que suceda. Es mucho más fácil, directo, cómodo, sincero y real decir "cuando se me dé la regalada gana".

Acá no hay ley probabilística que valga, se resume simplemente en la voluntad de ejecutar algo y las probabilidades son 100 de 100. Es la voluntad propia y no el tiempo quien decide cuando vamos a hacer algo. Pero claro digo esto a raíz de un hecho personal que, por primera vez, voy a compartir de manera pública, algo que no le conté ni a amigos íntimos ni siquiera a novias en lo más loco del amor.

En algún momento de la primavera de 2003 con mi abuelo, padre y tío tuvimos que irnos a buscar una de las famosas "piedras campana": rocas que por alguna constitución particular de su mineral emiten sonido al ser golpeadas. El hecho más o menos sintetizado se resume en que viajando en plena Puna jujeña, nos encontramos con un desvío no previsto y cuando nos dimos cuenta que erramos decidimos voltearnos en un claro para retomar la vuelta por el camino (de tierra claro) PUM!! La camioneta termina varada en medio de un pequeño espejo de agua que lucía seco pero tenía el barro fresco, la camioneta no podía salir, eran las 7 de la tarde y ya empezaba a correr ese viento helado. Al quinto intento mi padre termina diciéndole a mi tío que no insista y que tratemos de buscar ayuda. Imagínense la situación de estar varados en un desierto, de noche, en plena nada, teniendo el pueblo más cercano vaya saber donde, para buscar un auto que auxilie a una camioneta, un fin de semana (!!!!) En ese momento los cuatro decidimos que mi tío y yo íbamos a caminar por la senda hasta encontrar algún pueblo cercano y pedir ayuda. Teníamos provisiones para uno o dos días pero después de eso había que ver como carajo hacíamos para racionar todo. No había radios y menos señal para celulares en ese tiempo.
Acá la probabilidad que te empieza a jugar no es si te conviene jugar el partido de fútbol mañana, si le vas a cambiar la goma al auto la semana que viene, o le vas a seguir diciendo no al loco que te está chamuyando hasta que creas que es buen vago. NO!!! Acá la probabilidad que te surge es que tanto puedo hacer para sobrevivir. Lo que sigue es una de las peripecias más inolvidables de mi vida. Sale el Sol cerca de las 7 y empiezo a andar el camino en medio de montañas con un silencio que te rompía el alma, un frío de cagarse, un par de mandarinas y una botella de agua ¿adónde? A buscar auxilio... Donde fuera. Crucé un río que no tenía 3 metros de cauce pero corría con un agua cristalina que te calaba el hueso hasta la médula de lo frío y curiosamente lleno de ¡Sanguijuelas! (Sí, loco! sanguijuelas en la Puna). Eran las 11, y ni idea tenía cuanto había caminado, en ese momento es cuando veo una figura allá lejos, arriba en pleno cerro. Echo a correr mal pese a que a los 4000 mts y, yo viniendo de Salta, me iba a bancar 5 minutos antes de perder los pulmones; y llegando con lo que me quedaba de aliento encuentro a un paisano joven de unos 20 años, con algún problema al hablar, le explico mi situación y me dice que si seguía por ese camino capaz tenía que pasar otra noche hasta llegar al pueblo y me comenta que mejor es andar por los cerros para ahorrar tiempo, se dispone a que lo acompañe hasta el pueblo y que de ahí vea que podía hacer. Al mediodía hacía un calor de matarse e íbamos caminando con este personaje hasta el pueblo hablando cosas que no recuerdo.
Al llegar al pueblo busco al primer tipo que tenga un auto y encuentro un señor que se dispone son sus dos hijos a socorrerme en un Falcon viejo casi destartalado. Cuando pudimos empujarlo y hacerlo andar... Lo demás puede decantarse por otras horas más tratando de sacar un vehículo del barro. El hecho es que sin querer había pasado casi 8 hs de mucha adrenalina, cagazo e incertidumbre. Al otro día estaba en el colegio en clases de Economía y por casi una semana me pregunté "¿Qué carajo hago acá?".

Lo cierto es que una experiencia como esta nos da un único resultado: valorar lo que se pueda hacer hoy porque sino mañana no hay nada que valga. Por eso cuando me dicen "algún día", para mi no es aplazar o postergar algo, sino que significa echar al juego de las probabilidades un imposible ¿Exagerado? Por supuesto, pero al menos hagan el ejercicio de pensar que mañana se mueren. Yo desde ese momento todos los días lo pienso y a veces me sale y a veces no y por eso mi Voluntad me arrastra a terminar cuanto antes todo lo que comienzo.

Psicológicamente tiene sus desventajas también. Charlando con una amiga (te vas a dar cuenta quien sos) le comenté que cualquier cosa que involucre tiempo... Y en especial un cortejo, es completamente nefasto para mi. El hecho de destinar días y días a algo que tengo claro desde el primer minuto que es "te quiero, me gustás, salgamos" se transforme en un tire y afloje donde uno tiene que poner algunas (porque yo me guardo las sorpresas como leyeron acá) de sus dotes para ver si convencemos a nuestra damicela de turno si valgo la pena. Nada más desgastante y espantoso. Ni que hablar de eventos que organizo, o de las salidas con amigos... "No, mañana", "Me jode el perro", "tengo gastritis"... "ALGÚN FUCKIN' DÍA"!!!!

Podemos terminar con el famoso refrán "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Pero no, yo diría "hagan y déjense de joder" o prueben y van a ver que siempre hay algo más de lo que muestran los ojos... en palabras de una canción famosa "Vivir sólo cuesta vida".

sábado, 6 de septiembre de 2014

¿Tú también, Bruto, hijo mío?

Pónganse a pensar que pasaría si un día de rebeldía a nuestro planeta se le ocurriese dejar de girar de Este a Oeste... Colapsaría irremediablemente.

Una reflexión nace pasados un par de días de la muerte de Gustavito al que le dedicamos la anterior entrada. Sobre todo con el hito que representa un deceso en nuestras vidas, pero más bien, con las consecuencias morales de tal hecho.

Han desfilado variopintas opiniones acerca de la "honradez" y "veracidad" de los homenajes que medios, personas a través de las redes sociales, músicos, fans y demás le han dado a semejante personalidad pública. Pero siempre aflora del sustrato de todas una crítica hacia la intencionalidad última de tales responsos.

Básicamente, a la gente le da por el centro de las pelotas que se conmemore sin sentimiento, sin conocimiento a alguien, sea éste una persona reconocida o no. Por lo tanto, empieza el desfile de carrozas adornado con los clásicos clichés "ahora se acuerdan de él/ella", "cuando estaba tirado nadie decía nada", "su música era un aparato genital masculino", "hipócritas", etc. Pero ahora podemos pasar a lo que a mi también me produce inflamación testicular... Todo bien con que quieramos que las cosas salgan de manera consecuente con nuestro sentimiento y conocimiento de las personas, y que eso se refleje en una coherencia de vida, pero entre tanta opinión, la acción es poca.

Actos de hipocresía y de traición, en su mayor parte, no son siempre a gran escala y bien evidentes. Las traiciones son pequeñas, sutiles, diarias, a veces casi imperceptibles y otras veces involuntarias... mmmm ¿hasta qué punto, no? Los literatos son buenos presentando esto en su prosa y los poetas reniegan de ella en sus versos... A propósito, Dante nos decía:

"y para que de grado tú me quites
      las lágrimas vidriadas de mi rostro,
      sabe que luego de que el alma traiciona,
como yo hiciera, el cuerpo le es quitado
      por un demonio que después la rige,
      hasta que el tiempo suyo todo acabe."

-Infierno, Canto XXXIII, 127-132.

Ilustración de Gustave Doré para el "Cocito" de Dante
¿Y qué tiene que ver un acto de hipocresía con la traición? Conceptualmente tienen diferencias, pero de manera esencial es la misma fuerza aplicada en diferentes direcciones; la hipocresía es un acto de traición individual y la traición un acto de hipocresía hacia el prójimo. Traicionamos no cuando damos la espalda a alguien que nos tenía confianza sino que traicionamos cuando faltamos a un compromiso. Traicionar no es mentir, traicionar es mentirse... y hacerlo carne. Por eso Dante cuando nos retrata en la Divina Comedia el Infierno en su último círculo, el más cercano al prístino pecador Satanás, no lo pinta como un gran asado donde el mejor vacío y costeletas son de carne humana; al contrario, lo vio como un mar helado, el Cocito, azotado eternamente por un viento frío y congelado, del que asoman apenas las cabezas de quiénes traicionaron a sus familias, a sus amigos, al prójimo y a Dios, penando y llorando su condena en lágrimas por siempre cristalizadas. Dante da por hecho que peor que matar, robar, falsear, ser un hereje o adular es traicionar. Cuando le decimos a un amigo que vamos a ir a su fiesta y no le avisamos luego que vamos a faltar, de manera justificada o no, es una pequeña traición. Cada vez que le mentimos a nuestra pareja que no hicimos nada salvo emborracharnos en algún bar cercano, traicionamos un poquito. Cada vez que damos nuestra palabra y la deshonramos sea de la manera más ingenua o más brutal, traicionamos. O como el nombre de la entrada, el amigo fiel del César, que un día traiciona apuñalando a quién fue casi un padre para él. O en el caso clásico de una infidelidad de pareja, algo muy normal en estos tiempos que corren.

Pero la traición es apenas una más de las tremendas conceptualizaciones naturalizadas que tenemos fruto de una pésima educación en cuanto a lo ético y, derivado de éste, a lo moral. Vivimos en una sociedad (al menos en la que vivo la neurosis es evidente) que muestra una dualidad tremenda acerca de la antinomia bondad-maldad, viéndolo así como una antinomia, que si hilamos fino tiene raíces religiosas, lo que le va a picar a más de un loco que se crea "ateo". En cambio, lo que hasta en el Nuevo Testamento se dice, es que el ser humano como ser íntegro le debe tanto a su parte buena como a su peor lado y que viene con ellas a "expiar sus pecados", es decir, a hacerse cargo de lo que hace, sea esto malo o bueno.

Otra entrada seguramente se hará eco de este tema en profundidad... Mientras tanto dejamos una cita capaz conocida, capaz no que seguramente mostrará que tanto tenemos de cierto y que tanto de falso en todo:

"¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu
hermano".
 -Mateo, 6:5

jueves, 4 de septiembre de 2014

Lago en el Cielo (Homenaje a Gustavo Cerati)

"¡Guau! ¿¡Qué hacemos con todas las emociones que tenemos adentro!? ¡¡Qué hacemos!!"

Y tenés razón Gustavo, qué hacemos.

Con estas palabras Gustavo Cerati se expresaba en aquél antológico show de 1997 en la despedida de su banda por casi 15 años, Soda Stéreo, luego de interpretar en vivo la canción "Cuando Pase el Temblor"; uno de los primeros grandes hits de la banda.

En una entrada anterior expresé como había sido el génesis de mi fanatismo por Soda. Pero ahora toca homenajear a su pilar y principal compositor, ya que hoy, 4 de septiembre de 2014 y luego de estar en coma peleando por su vida algo más de 4 años, ha decidido inmortalizarse para la posteridad.

Escribir esta entrada es difícil. Primero, porque tendría muchas cosas para decir de mí y de lo que viví, experimenté y me alegré con su música. Segundo, porque siento su deceso como una pérdida propia debido a que es mi único ídolo. Se siente casi como si uno de mis mejores amigos hubiese fallecido. Pero el legado de Gustavo va a permanecer en los corazones, los discos, los videos, las almas y en cada guitarra que atañiendo las cuerdas decida arrancarle una de sus piezas de autor.

Si quieren biografías y demás datos les recomiendo googlear o empezar por Wikipedia. Más o menos sabemos que Gustavo Adrián Cerati Clark nació en Capital Federal, un 11 de agosto de 1959, único varón de los tres hijos que tuvieron Lilian Clark y Juan José Cerati. Aprendió a tocar la guitarra a los 9 años empezando con piezas folklóricas, pero al poco tiempo su talento y buenas dotes musicales lo llevaron a la música de su preferencia. Pasó la secundaria entre algunas bandas informales y en el Coro del colegio al que asistía. Decidió seguir la carrera de Publicidad en la Universidad del Salvador donde conoció a Héctor "Zeta" Bosio con el que armaron sus primeros conjuntos de rotación. En una llamada telefónica dirigida a cortejar a su hermana, Gustavo se topa con Carlos Ficicchia, hijo del afamado baterista Tito Alberti, y al poco tiempo se conocen en la pileta de natación de River (como siempre El Más Grande sino donde ¿no?) comenzando una amistad y formando una banda que, luego de varios nombres ficticios ensayados en las clases de la facultad, decide quedarse con el apelativo de Soda Stéreo... El resto ya es parte de la historia.


Descubrí a Gustavo a la par de Soda. Pero evidentemente luego de su separación Gustavo se sentiría libre para confeccionar y desarrollar el sonido que el siempre quiso. No hay que decir que siempre se reconoció cultor y fana del pop, o del pop/rock, su etapa como solista muestra claras tendencias a hacia el género. Pero hay que reconocer que a Gustavo le caen bien todas las facetas de un músico: cantaba, tocaba y componía con la misma versatilidad y calidad que sólo los grandes artistas alcanzan. Y si, digo artista porque Cerati no sólo fue un gran músico, sino que también acompañó su proyecto musical con una impronta estética propia. Constantemente reversionaba sus canciones en los shows en vivo y también acompañaba en sus giras un componente artístico específico en vestimenta, decoración y puesta en escena. Era como definía su ingeniero de sonido durante casi toda su carrera, el loco Taverna, un "meticuloso y obsesivo". Su instrumento por antonomasia era la guitarra pero el mismo Taverna reconoce que podía tocar, si se lo proponía, el instrumento que quisiera.

Desde mi carácter de músico, Gustavo es un guitarrista excepcional. Pero es especial no por lo que hace con la viola, sino por como lo hace. Él no es el típico solista que desencadena solos de guitarra intrépidos y ágiles por todo el mástil sino que, como diría Andrea Álvarez (percusionista en el disco más exitoso de Soda: "Canción Animal"): "él bucea, es un buceador del sonido, lo busca". Y es así. Spinetta, uno de sus ídolos, le inculcó ese gusto por la música armónica fundada en la disonancia, el barroquismo del sonido, la complejidad de los acordes más que en la melodía. Por eso el sustrato de sus canciones tiene un fondo sólido y marcado casi característico; fruto como decía su madre Lilian de "horas y horas de estar sentado en el sillón con su guitarrita".

Como persona, y teniendo en cuenta la alta exposición mediática del que era susceptible, Gustavo siempre cultivó un perfil bajo, alejado de la farándula y con presencia en algunos pocos eventos. Padre devoto, el amor que prodigaba a sus dos hijos se notaba cada vez que una revista decidía hacerle una entrevista con su familia. Luego de vivir poco más de 10 años con su mujer y madre de sus hijos, Cecilia Amenábar, Gustavo saldría de parranda en relaciones más o menos estables con algunas actrices y modelos.
Tal vez su lado más oscuro y que apenas se filtraba por comentarios de testigos presenciales o alguna esporádica declaración en los medios, lo constituían sus adicciones. Cerati no escapaba al culto del slogan: sexo, drogas y rock n' roll; se conocía su debilidad por el tabaco, la cocaína y el sexo. Al primero tuvo que dejarlo luego de una trombosis que casi le cuesta las piernas en 2006. La segunda siempre fue su aliciente en cada vuelta y presentación musical de gran escala. Un cóctel de todo esto, se rumorea, causó que en ese trágico 15 de mayo de 2010, el músico argentino luego de un show brindado en Caracas sufriera un ACV que lo dejaría postrado hasta su muerte.

¿Premios? Muchísimos; sólo para mencionar algunos tiene 18 premios Gardel, incluídos dos Gardel de Oro a "mejor álbum del año", el máximo galardón de la música nacional. 7 premios Grammy Latinos el máximo a nivel latinoamericano. 3 Premios MTV Latinoamérica y una nominación a los premios Grammy por "mejor artista latino/alternativo", el máximo galardón a nivel internacional para un músico latino.
Produjo el exitoso "Oral Fixation" para Shakira. Fue el único músico argentino en participar de un festival Live 8, uno de los festivales solidarios más convocantes a nivel mundial que protagonizan las figuras de la música internacional. Fue conductor de un programa muy bizarro para la cadena "People+Arts" en 2003 llamado "Sexo, Moda y Rock n' Roll". Tuvo el placer de tocar con sus músicos preferidos como Luis A. Spinetta y Andy Summers, el guitarrista de The Police, para el disco homenaje que le hizo Latinoamérica a la banda. Junto a Soda arregló y tradujo la canción de Queen, "Someday, One day" ("Algún Día") para el tributo oficial latinoamericano al conjunto británico. Hizo un cover de The Beatles para el tributo argentino oficial. Tocó en casi toda Latinoamérica, llegando a Estados Unidos, Inglaterra, Italia y España. La célebre banda irlandesa U2 decidió homenajearlo en el concierto que brindó en La Plata en 2012 pasando la canción "de Música Ligera" a mitad del show. El dueto sueco Roxette haría asimismo un cover de la misma canción en su visita a la Argentina en 2011. Creó su propia línea de diseño para la casa de ropa Basement en 2009. Por último, tiene 5 discos de estudio como solista, 14 en su etapa con Soda Stéreo, 2 recopilatorios, un disco doble de remixes, 2 bandas sonoras para películas. Se dió el gusto de sacar un disco sinfónico arreglando sus mejores temas para ser interpretados por la Orquesta Sinfónica Nacional (2001), y uno de sus temas fue arreglado para ser interpretado por la Sinfónica de Londres ("Verbo Carne" del álbum Bocanada de 1999).

Si bien lo escuché desde mi infancia, mi afición y admiración comenzó allá en 2005/6 y desde entonces me acompañó en todo. Sus discos me recuerdan a excelentes etapas de mi vida en los últimos 8 años, mis composiciones, mis viajes, mis salidas, mis pensamientos, ilusiones, mis amigos y mi última pareja. Acá donde vivo es un músico resistido por su impronta y porque el pop no es rock o se resisten a darle reconocimiento porque Salta en la música alternativa, como dijimos, es el emporio del ricoterismo (del peor: el fanático) y del metal recalcitrante. Por ahí de vez en cuando, alguna banda se decide a tocar un par de temitas o algún homenaje esporádico.

Y nos quedamos con el tema que inauguró su carrera solista... Tiene muchos temas, a mi parecer, enormes. Pero elijo este que mal que mal resume todo lo que daba en música, letra y vida.

SALUD GUSTAVO!!! DE ACÁ A LA ETERNIDAD. IN MEMORIAM.