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sábado, 6 de febrero de 2016

Un Sueño Atronador

Bienvenido 2016 al blog.

Luego de tres meses y medio volvemos a este espacio. No seré poeta, ni cantor... los versos no deslizan fugaces por mentes de seda... Ni mis neuronas suelen ser tan funcionales, pero la vida nos ha traído un brebaje de aventura.

Despues de mucho tiempo o, mejor dicho, como nunca en la vida, me ha tocado volver a viajar. Pero este viaje fue por lejos una experiencia totalmente novedosa; posiblemente de las más fuertes que me haya tocado vivir con mis pies en esta tierra hoy.

Tal vez la palabra "magia" sea un tabú en mi vocabulario. Bastardeada, mal usada, poco convincente, vaga o ambigua nunca me gustó tildar o apelar o adjetivar algún suceso o acontecimiento con el mote de mágico... Me parecía más falso que billete de $1000 (aunque puede llegar a ser realidad si seguimos así, no?).
La vida, como siempre hace tarde o temprano, nos hace comer nuestras palabras por el recto y de repente tenemos una excepción... Este viaje fue mágico y bien ganado el mote.

Tanto preludio, pero ¿Adónde carajo te fuiste chabón, se puede saber? Si, forro, me fui a Machu Picchu. Estuve ahí, en esa mole de piedra que parece un titán adormecido en una montaña verde y nubosa, colosal, imponente, como respirando milenios. Testigo de un pueblo que dejó un registro fortísimo pero tan corto en el tiempo en tierras americanas antes de que Europa decidiera cruzar el charco... Los incas fueron una mariposa de esas bellas y rutilantes que viven apenas unos días para poder reproducirse y morir... Pero ellos sólo desaparecieron para dejar desnuda y petrificada en el tiempo a lo que fue un santuario/laboratorio/fortaleza en medio de ríos caudalosos que gritan con furia sobre el pie de las montañas.

Pero eso sólo fue el cenit de un viaje que empezó en mi mente apenas una semana antes del 9 de enero... Sabría que viviría el enero más atípico de mi vida y por primera vez no pensaba que sólo era para festejar el cumpleaños de mi hermano y luego el mío. Que no sólo iba a ser un mes de supervivencia, buscando que hacer, o a que amigo/s rogar para hacer algo entretenido. Que no sólo iba a ser una visita fugaz a mi tierra natal para ver a mi familia, cosa que pasó pero como un corolario magnífico del largo camino.

Un camino en el que recorrí casi 4000 km entre ida y vuelta. Donde conocí ciudades maravillosas, donde encontré a un buen pedazo de Latinoamérica por fin. Donde presencié los milenios de existencia en antiquísimas ruinas. Donde conocí muchísima gente y me di cuenta que el problema en parte era yo, y también buena parte el lugar en el que hoy vivo, pero que es una cuestión de actitud y de oportunidad. Donde la mejor enseñanza fue "no esperar nada de nadie ni de nada".

Tal vez me tome un par de editoriales más para relatarles este viaje en algunos aspectos, ya que desistí en presentarlo de manera cronológica ya qu prefiero tomarlo por temas. Por lo pronto, me basta decirles que salí de Argentina el 9 de enero y volvía a La Quiaca el día 23, tomándome unos días más en San Salvador de Jujuy para pasarla con mi abuela, tíos y otros parientes con aniversario incluido.

Como una previa cuelgo el mapa que hice para que vean el recorrido... =)

https://www.google.com/maps/d/edit?mid=zyGl0dQTiOr8.k9bHEQl-G0Yk&usp=sharing

Continuará...